La llegada del nuevo año lectivo es una oportunidad excelente para reactivar la búsqueda de empleo, actualizar curriculum y agenda nuevas entrevistas de trabajo. Especialmente atendiendo a la alta demanda de empleo que suele darse de cara a la campaña de navidad. Por eso, en Empleabilidad ETT queremos desgranar en este artículo las preguntas más frecuentes en una entrevista de trabajo. Para que puedas prepararte tus respuestas y acudir sin miedo a tus futuras entrevistas laborales.
Para empezar, debes saber que en una entrevista a parte de tu experiencia o conocimientos, lo que tiene como objetivo es conocer tu personalidad, cómo te enfrentarás a los retos que se
te presenten en el trabajo, de qué manera te relacionas con la gente y cómo manejas la presión. Por eso, entre las preguntas más típicas durante una entrevista de trabajo podrás encontrarte estas:
– Háblame de ti.
Puede parecernos una pregunta totalmente inocente pero realmente no lo es. Ya que se enfoca en conocer qué tienes para ofrecer como empleado a la empresa. Por lo que, no interesará que hables sobre tu vida personal, si tienes hijos, si estás divorciado o si amas los animales. Pon atención en hablar de tu «yo profesional»: cómo trabajas, en qué áreas tienes experiencia y por qué puedes ser un elemento valioso para la empresa. Céntrate en tus aptitudes y habilidades como empleado. O traslada acciones y actitudes de tu vida cotidiana que pueden ser útiles en el entorno laboral. Como por ejemplo, ‘soy muy puntual, me gusta organizar mis cosas, intento respetar las opiniones de los demás y ser respetuoso, etc’.
– ¿Por qué estás buscando trabajo? o ¿Por qué dejaste tu empleo anterior?
Para contestar a esta pregunta nunca debes quejarte o hablar mal de tu puesto anterior o de tu empresa anterior, te restará puntos delante del reclutador (ten en cuenta que en un futuro, él o ella podría ser tu ‘anterior empresa’ y querrá saber que no vas a despotricar de ellos en tu nuevo puesto). Es mejor centrarte en lo que pueden ser tus nuevas metas, en
los retos que esperas de tu nuevo empleo.
Siempre debes hablar desde el prisma de uno mismo: ‘necesitaba un cambio de aires, no me sentía realizado, quería experimentar nuevas misiones, creo que puedo ofrecer más de mi’. Con estas frases estás diciendo que de una forma u otra tu anterior puesto mo era suficiente, ya sea por los compañeros, el horario, el sueldo, etc. El caso es no entrar a trapo en los factores o variables que te disgustaban, sino intentar proyectar una imagen de autocrítica (‘no es culpa de los otros, es una elección personal’).
– ¿Cuál es tu mayor defecto?
¡La pregunta trampa! Si sueltas una hilera infinita de defectos jamás te cogerán, pero si intentas ‘convertir tus defectos en virtudes’ caerás aún peor (por ejemplo: mi mayor defecto es que me implico mucho en mi trabajo). No, no es eso lo que buscan. Con esta pregunta se intenta saber tu capacidad de asumir tus errores y la habilidad para corregirlos. Saber si en un futuro recibirás bien las críticas y te esforzarás por mejorar. Un defecto puede ser ‘me reafirmo mucho en mis convicciones y me cuesta cambiar de parecer’. En exceso puede ser una faena pero en su justa medida indica determinación e integridad.
– ¿Por qué deberíamos contratarte a ti y no a otros candidatos?
Una vez más, no entres a trapo en los defectos de los demás sino en realzar tus virtudes. En esta parte de la entrevista deberás sacar todas tus armas, dejar a un lado la inseguridad, venderte lo mejor posible. Es el momento idóneo de hablar bien de ti, destacar tus cualidades, experiencia y competencias. Ante todo, muestra tu pasión por el puesto que ejerces, habla de cómo trabajarás para alcanzar los objetivos de la empresa y que ofrecerás de ti mismo. En este apartado el 100% del éxito depende de tu motivación.