Muchas son las empresas que utilizan cada vez menos la palabra empleado. Se están empezando a dar cuenta que la base para triunfar es cuidar, gestionar y motivar a los trabajadores que hacen que el trabajo diario salga adelante y por ello los ingresos aumenten.
El cambio se percibe en concepto, ahora se escuchan con fuerza las palabras talento, capital humano, colaboradores, pero además se siente en la realidad diaria del modo de trabajar.
Para que una empresa triunfe el trabajador tiene que confiar en la fuerza y marca de la empresa y para ello el empresario ha de esforzarse en hacer sentir a su capital humano el poder que tiene sobre el éxito de la empresa.
La clave de cualquier empresa hoy reside en el hecho de afianzar la credibilidad y la motivación de sus trabajadores. Gestionar el talento, cuidarlo y mantenerlo es la clave para que los objetivos a largo plazo se consigan.
No se trata únicamente de una mejora salarial, sino de hacer sentir al colaborador que es parte de la empresa y que el éxito global de la empresa también es suyo.
El empresario debe centrarse en varios factores que hoy hacen vital la relación empresa-trabajador.
1- Incentivar el buen clima laboral: El día a día agradable en el ambiente de trabajo es fundamental para que los objetivos se consigan y se ponga más empeño a la hora de realizar determinadas tareas.
2- La motivación constante a los trabajadores: Hacer ver a tu capital humano que sin ellos la empresa no es nada y que es precisamente gracias a su trabajo y competencias que todo sea posible.
3- No caer en el estancamiento laboral: Los nuevos retos y el constante aprendizaje es importante para que los colaboradores no sientan que siempre hacen lo mismo.
4 – Por supuesto premiar el buen rendimiento: Lo que más valora un trabajador de cara a su empresa es si el mérito del éxito es compartido. Hacer ver a tu capital humano que el rendimiento es favorable gracias a su esfuerzo es algo que harán que interiorice la empresa como suya.