Las empresas de trabajo temporal vienen desarrollando una labor fundamental durante los últimos años. Son las responsables de poner en contacto a empresas y trabajadores especializados, por lo que su rol es primordial en el mercado de trabajo.
Los beneficios para las empresas implicadas en un proceso de contratación llegan gracias a la flexibilidad que ofrece la empresa de trabajo temporal. Éstas buscan procesos eficaces de manera constante con los que agilizar y simplificar las contrataciones. Gracias, entre otras cosas, a la cobertura legal que brindan las ETTs, las corporaciones pueden centrarse en su actividad principal y concentrarse en su afinar su modelo productivo. Las ETTs se encargan no sólo de los procesos de selección de personal cualificado para cada puesto, también de redactar los contratos, mejorando por otra parte las garantías y la seguridad de empresas y de trabajadores.
Además, confiando en una empresa de trabajo temporal, las empresas tienen la oportunidad de cambiar sus costes variables por costes fijos, con el ahorro que esto supone. Por otra parte, solucionan los problemas derivados de la estacionalidad, encargándose de la contratación de personal para campañas puntuales, algo que para la empresa usuaria puede suponer una gran pérdida de tiempo y de recursos en caso de hacerlo con sus recursos propios.
El papel que juegan para los trabajadores puede ser determinante para su carrera laboral, ya que buscan puestos relacionados con la trayectoria y formación de cada uno de ellos; ajustándose además a sus necesidades en cuanto a horarios y turnos. Su papel tiene especial importancia cuando se trata de incorporar colectivos vulnerables al mercado laboral, como jóvenes en busca de su primer empleo, parados de larga duración, personas con discapacidad y profesionales con más de 45 años. Como añadido, es importante tener en cuenta que alrededor del 30% de los trabajadores que inician un trabajo a través de una empresa temporal acaba siendo parte fija de la plantilla.